martes, 24 de diciembre de 2019

Navidad, nacimiento del Cristo



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Desde la psicología de Carl G. Jung, se habla de los Arquetipos que habitan el Inconsciente Colectivo: algo así como "programas" (representaciones de algo importante) en común, que se repiten en todas las culturas (y las rigen) de todos los tiempos de la humanidad. Hay muchos (Animus y Anima, el Padre, la Madre, la Sombra, la Persona, el Héroe, el Sabio, el Trickster), pero el central de todos es el Arquetipo del Si-Mismo (que no sería otra cosa que la representación del Dios de las religiones). 

El Sí-Mismo, según Carl G. Jung, expresa la Totalidad (consciente, inconsciente personal e inconsciente colectivo), y psicológicamente hablando es la representación del arquetipo de Dios (la idea que la Humanidad ha conformado sobre Dios), lo que nos conduce a la misma simbolización de la India del Atman como imagen del Sí-Mismo.

Jung, en resumidas cuentas, considera que Cristo es el símbolo por excelencia, en Occidente, del arquetipo del Sí-Mismo, esto es del “Dios en nosotros”, la “chispa divina” que es la fuente y centro de la psique –y paradójicamente incluso su totalidad- según la psicología junguiana. * (Con respecto a este apartado, la religión cristiana sólo considera –con Cristo- un sólo aspecto del Si-Mismo, el numinoso, negando el oscuro, por lo que tuvieron que crear el “anti-Cristo”, así como con Dios al diablo, pero ese es tema de otro post)

Jesús fue el hombre que, tras acceder a sus profundidades (de su psique, de su Ser) despertó su estado “crístico” convirtiéndose en Cristo, de la misma forma que Siddharta Gautama despertó su “budeidad”, transformándose en el Buda. Esto es, la conexión total con el Si-Mismo.

Más allá de la veracidad histórica de personas como Buda, Cristo, Krishna o Zoroastro, por citar a algunos, lo importante es el mensaje que nos dejan, y este es de redención, la posibilidad que todos tenemos –en potencial- de acceder a este estado “crístico” o “búdico”, en el cual nos volvemos seres de consciencia plena, totales, compasivos, terminando con el círculo del sufrimiento (Samsara) en la Tierra y pudiendo vivir en un estado de Plenitud, Paz y Amor.

𝑭𝑬𝑳𝑰𝒁 𝑵𝑨𝑽𝑰𝑫𝑨𝑫!!! 


miércoles, 4 de diciembre de 2019

Joker




Somos testigos, en este momento histórico, de un cambio cualitativo y cuantitativo en el nivel de consciencia de la Humanidad. Claro que, como todo cambio significativo, viene acompañado de un "sacudón", y eso, muchas veces, se siente incómodo, doloroso.. Pero el cambio esta en marcha y es inevitable. Como dicen algunas corrientes de pensamiento ligadas a la "New Age", estamos pasando de la era de Piscis a la era de Acuario, es decir, de una era "dualista", con las polaridades bien establecidas -y distanciadas- a una era de Integración de esos opuestos.

Y que mejor área humana para expresar y ver reflejados estos cambios que el Arte? En este post, precisamente, analizamos una de las películas más importantes de este año 2019: Joker (Guasón en hispanoamérica), la espectacular película de Todd Phillips, con la magistral interpretación de Joaquin Phoenix como el archi-villano de ciudad Gótica y enemigo mortal del super-héroe encapotado.

Esta película, sumada a una oleada en los últimos años (como Maléfica), vienen a romper el anterior paradigma de "buenos contra malos", en donde tanto los primeros como los segundos tenían sus papeles y cualidades perfectamente bien definidas, sin fisuras, intrínsecamente y en calidad de "absolutas". No, hoy el "antes malo" empieza a ser visto de otra forma, con matices, analizándose también su contexto, su historia, sus causas. Lo mismo con el "antes bueno absoluto" diría.

Así, en esta obra maestra, se subvierte el paradigma ético o moral del comic (Batman), mostrándonos al "super-villano" y, podríamos agregar, "padre de todo mal" en ciudad Gótica, como un ser humano con el cual uno no puede evitar sentir empatía, compasión y, hasta cariño.

Y, por otro lado, ver en el progenitor del "bueno" (Thomas Wayne), parte importante de la causa de la desgracia que "crearía" al infortunado "villano". (Paradogicamente, el surgimiento del villano generaría luego el surgimiento de Batman. Como vemos todo está interrelacionado)

Esto quiere decir que el Guasón es el "bueno" y Batman el "malo", como proponen ciertos sectores reactivos de la sociedad actual, identificados con una doctrina "Zafaroninezca"? NO, en absoluto, eso sería caer en otro simplismo reduccionista que sólo sería equivalente a pasar de una polaridad a la otra. Y ya sabemos que en los extremos sólo podemos encontrar patología. (Además de la peligrosidad de eximir totalmente de la responsabilidad a las personas de sus actos y elecciones, ya que, aunque el contexto condiciona, nunca determina. Soy un convencido del Libre albedrío)

Lo que Joker nos muestra es que, en realidad, no existen verdades absolutas relacionadas a lo humano, y que, cómo decía la abuela de un amigo, nunca los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos.  Y que estamos en un momento histórico de Integración, en el cual empezamos a reconocer más verdaderamente los "grises", a respetar y valorar a los que tienen otra historia, otro contexto, otro pensamiento y, como resultado, a creernos menos dueños de la verdad absoluta. A ser seres más empáticos, que se pueden enriquecer de lo que antes rechazaban, entendiendo que muchas veces eso rechazado, es una parte nuestra no reconocida y proyectada afuera.

Es decir, y sintetizando, estamos entendiendo lo que Lao-Tse explicó hace 2500 años con su Taijitu, el símbolo del taoísmo, una esfera formada por dos partes: el Yin y el Yang, dentro de los cuales hay una parte de su "contra parte".

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ψ DC